Seguinos en estas redes sociales

Edición Nº 8,849
Jueves 25 de abril de 2024
Viernes 26 de abril de 2024 - Río Grande, Tierra del Fuego - Argentina

   
21-10-2016
El presidente de la Cámara de Comercio expuso la gravísima situación del sector
Afirman que la recesión supera el 35% y va en aumento
Afirman que la recesión supera el 35% y va en aumento
El presidente de la Cámara de Comercio de Ushuaia, Ángelo Querciali, sostuvo que la recesión está por encima del 35% y va en aumento. La situación se refleja en la cantidad de comercios cerrados y repercute en la pérdida de fuentes de trabajo.
Ángelo Querciali, presidente de la Cámara de Comercio de Ushuaia, planteó una realidad crítica para el sector, y no se prevé una recuperación hasta mediados de 2017 en la provincia. A nivel nacional acusan una caída superior al 35% y la tendencia es que siga en aumento.
Imprimir esta nota
Enviar por mail
Río Grande.- El panorama para el comercio de todo el país y para el fueguino en particular es altamente desalentador. El presidente de la Cámara de Comercio de Ushuaia, Ángelo Querciali, sostuvo que la recesión está por encima del 35% y va en aumento. La situación se refleja en la cantidad de comercios cerrados y repercute en la pérdida de fuentes de trabajo.
Por Radio Nacional Ushuaia dijo que se ven comercios cerrados “no sólo en calle San Martín, sino en calles transversales, en otras avenidas comerciales, en calles paralelas. Hace tres o cinco años, estábamos esperando qué local se caía para agarrarlo, y al precio que pedían”.
“Esto va a seguir en aumento, y es triste porque un comerciante menos, no es menos competencia. Al contrario, cuando hay menos colegas la situación es trágica. Yo prefiero la calle San Martín llena y tener que competir, y no quedarme solo y que no haya clientes. Ya hemos visto otros pueblos morir así”, expresó.
“Me da tristeza que un colega cierre el negocio, por el personal, como ciudadano, porque muestra la decadencia y el deterioro de la ciudad. El nivel de empleo baja y hay una situación económica y social grave a la que hay que prestarle atención. Esto no se trata de si el comerciante gana más o menos. Es parte de la industria de la provincia, aunque no fabrique nada, pero esto es una usina de puestos de trabajo. Yo tengo una empresa que tiene treinta años en este momento y tengo gente de muchísimos años, su vida está acá adentro, y cómo le explico que ahora no tengo posibilidad de pagarle el sueldo”, planteó.
“Ellos lo viven, no son ajenos a la situación. Uno va a los precios, a las ofertas, pero el consumo está saturado, hay una serie de dificultades nacionales, provinciales, municipales, la gente se va a comprar a Chile, no hubo invierno porque no hubo nieve, estuvo la toma de la ciudad. Es ilimitada la lista de cosas que pasaron para que ese combo salga perfecto y se vea el deterioro que estamos teniendo en la provincia. Hubo devaluación en Brasil y a los turistas, que eran muy importantes para nosotros, se les tornó carísimo venir. Además Chile está competitivo”, enumeró de la suma de factores.

Río Grande, todavía peor

Observó que “lo que pasó en Ushuaia con la carpa y el corte de la avenida durante tres meses fue tremendo, pero hoy Río Grande tiene una situación mucho más acentuada, desde otra área”, vinculada con los puestos en las fábricas.
“No hablo como Cámara de Comercio sino porque tengo local allá y lo vivo. Me senté a ver los números después del día de la madre y es tremendo, no sabemos cómo sigue la película”, dijo.
Reiteró que “Río Grande con las fábricas está bastante más complicado que Ushuaia. Ya en febrero estuvo duro porque las fábricas no habían abierto y no se sabía si iban a tener o no trabajo. Tengo entendido que Newsan cierra los primeros días de diciembre hasta marzo”, apuntó sobre el impacto que viene para el circulante en la capital fueguina, y pidió “ponernos a ver la situación en serio” sobre todo al sector político.
“Desde lo privado se intenta poner herramientas en marcha, pero las herramientas se acaban con prontitud. Uno no puede hacer milagros si el estado no empieza a tomar medidas y colaborar, con las cargas impositivas, con la tarifaria municipal por la que seguimos discutiendo. Pareciera que el estado estuviera siempre por arriba de las necesidades de los ciudadanos”, cuestionó.
Reclamó que tengan capacidad de “ver esto como un todo, no como una parte. Si el ciudadano deja de producir y de aportar al sistema, todo lo demás se cae, se derrumba”.

Más demanda laboral

La recesión se ve en la demanda laboral, que aumenta también por la desocupación. “En Río Grande antes no conseguíamos personal masculino para trabajar en el depósito de la empresa, porque todos los hombres estaban trabajando y los sueldos eran diametralmente más importantes que lo que puede ofrecer el comercio. Hoy fácil recibo entre 30 y 40 curriculums por día, para el trabajo que quiera, pero tampoco se lo puedo dar. Ahora consigo gente pero no tengo clientes y estoy en una situación peor que antes”, aseguró.
“Antes por ahí no tenía los recursos humanos necesarios pero tenía clientes. El recurso humano, para una empresa seria, que quiere crecer, es mucho más difícil conseguirlo, entrenarlo y hacerlo parte de la empresa, que conseguir plata, crédito o proveedores. Queremos cuidar eso, pero cuando no se puede pagar más, se empieza a perder capital de trabajo, que es tu gente, y no sé cómo se recupera después. Hay una gran inversión a largo plazo en personal, en lealtad, en participación, que después se va perdiendo.
La persona que se pierde, sale a la calle muy calificada pero tampoco tiene dónde insertarse. No es que se lo deja ir porque te va bien. Si te va bien, no lo dejás ir ni de casualidad”, subrayó.

Sin salida a corto plazo

Consultado sobre las herramientas para sostenerse hasta que pueda repuntar la actividad, dijo que ya no quedan porque se agotaron los tiempos. “Cuando uno empieza a vender y ve que un mes no es rentable, espera porque hay stock, están las cuentas pagas. Se puede esperar dos, tres meses, pero después no se puede mantener una empresa con rentabilidad negativa por más de cuatro o cinco meses. Depende de la espalda que tenga cada uno. Hay que reponer mercadería, pagar los salarios, los impuestos municipales, los provinciales, y no hay recetas mágicas. Se recortan gastos, apagás luces, abrís más tarde, bajás la publicidad. Pero todo esto termina a los 90 ó 180 días. Esa barrera ya la pasamos y no queda más por hacer. La calle está empapelada de ofertas, pero nadie puede tener el 30% de descuento y ganar plata; y al 40 ó 50 por ciento mucho menos. Se estuvo liquidando el capital de trabajo para hacerle frente a dos o tres meses hasta que pasara, pero de dos o tres meses se va haciendo un año”, alertó.

Sin luz hasta julio

El túnel será largo y para Querciali en la provincia no se verá la luz hasta mediados del año entrante. “Creo que de acá a marzo va a ser tremendo para Tierra del Fuego. Tal vez el continente reaccione antes. Creo que para marzo en el continente van a estar caminando muy lentamente, y de la raya van a tener pulso al menos –dijo planteando hoy una línea mortal-. Nosotros vamos a estar en terapia hasta junio o julio del año que viene, si las cosas son prolijas y no hay ninguna sorpresa rara. Ahora, que me expliquen cómo llegamos a julio del año que viene”, demandó.
“Yo trato de ser optimista, pero es un abismo de distancia y no sé qué hacemos con la gente, con los compromisos, con los bancos, con la parte impositiva, con todas las obligaciones que uno tiene y la gente no llega a ver”, señaló.

Encima, el bono

Respecto del bono de fin de año de dos mil pesos como piso, que acordó el gobierno con gremios privados, consideró que “sería brillante que haya un bono de dos mil, de cuatro mil, de cinco mil, porque esto inyecta líquido en la sociedad y puede haber una pequeña reactivación entre el 20 y el 31 de diciembre, pero hay muchas empresas que no lo pueden pagar”.
“Si lo pagan, se empieza a mover un poco la economía, pero hoy hay serios problemas para pagar los sueldos, se pagan en parte, se dividen, se paga tarde, vemos cómo hacemos con Ingresos Brutos, y cuando llegamos al número del bono, por ahí si es un empleado son tres mil pesos, pero tal vez tampoco el comerciante los tiene y ya le cuesta pagarle al empleado que tienen. Para el que tiene cien, son trescientos mil, y la verdad es muchísima plata. El bono está bien socialmente, pero para el comercio va a estar complicadísimo”, advirtió.
“Si todos pudiésemos pagarlo sería fantástico, porque nos daría un veranito de una semana justo para las fiestas, pero además de la voluntad hay que tener la capacidad financiera para pagarlo”, concluyó.
 

Mark3ting - Diseño de Página web - marketing online - hosting en Rio Grande - Ushuaia - Tolhuin - Tierra del Fuego
MARK3TING Diseño Web: 011 3886 4230


 Este sitio utiliza tecnología Surio. Argentina