Río Grande.- Con una disfonía que le jugó una mala pasada, Aníbal Fernández hizo lo posible para transmitir su mensaje en medio de la euforia de los festejos, presente en la sede del SAT, desde donde se televisó el acto.
Habló sobre la “enorme responsabilidad de ser gobernante de Tierra del Fuego pero también gobernante de las Islas Malvinas” y recordó que “esto comenzó el 25 de mayo de 2003 con un grande como Néstor Kirchner y con una grande como Cristina Fernández de Kirchner”.
“Su gran misterio no tiene nada de misterio, era solamente abrir los brazos para que la política hiciera todo y que cada uno comprendiera que los derechos intrínsecos a las personas tenían que defenderlos las propias personas, sobre todo los jóvenes, que se enfrentan siempre al poder real sin ningún tipo de temor, convencidos de que delante hay una política que tiene que ser siempre superadora”, sostuvo.
Aludió a las derrotas sucesivas, por escaso margen, de la senadora Bertone, y la apuesta a reconstruirse y volverlo a intentar. “Luego de la última experiencia se hubiese terminado el mundo después de que Rosana perdió la última elección. El mundo recién comenzaba. Los sopapos también sirven para corregir. Tan cierto es que ese sopapo hizo que Rosana, con ese criterio que tiene y su apertura, se pusiera a construir pacientemente, ciudad por ciudad, con cada una de las personas indicadas, una visión estratégica superadora de todo lo que había sucedido hasta ese momento”, le reconoció.
“Lo pensó, lo diagramó, lo charlamos en conjunto con todos, viendo que no quedara nada, desprendiéndose de lo que tenía para tratar de que esa construcción fuera lo más parecida a lo que Néstor y Cristina pregonaron durante tantos años. Hoy los resultados están a la vista”.
Con su particular lenguaje, advirtió las dificultades por sortear: “El día del festejo es muy fácil, el día más complicado es cuando uno pone el culo en la silla para tomar decisiones por Tierra del Fuego y las Islas Malvinas. Esa decisión es la que nos obliga a todos a poner una zanahoria muy grande por delante y saber que esa es por la que tenemos que pelear”, expresó.
Agradeció “a los hombres y mujeres que son de nuestra fuerza, pero mucho más a los que no lo son porque nos entendieron”, y se dirigió a los radicales que encontraron un refugio en el kirchnerismo, cuando “Ernesto Sanz le entregó el partido atado de pies y manos a los conservadores. ¿Adónde van a estar los radicales tradicionalmente progresistas?”, preguntó, y respondió de inmediato que “dentro del FPV, aunque sea en forma circunstancial, reivindicando la historia de un partido centenario”.
“Hoy la idea es seguir por una propuesta que tiene un jefe de este movimiento nacional y popular, que es Cristina. Nadie pone en duda ese liderazgo y, sobre esa propuesta política, venimos a festejar con ustedes y a seguir creciendo. Hemos consolidado y fortificado la propuesta. Hemos ganado las tres intendencias, con Gustavo (Melella) en Río Grande, con ‘el Queno’ en Tolhuin y por primera vez un pibe de La Cámpora, que gana la capital de una provincia como pasa en este momento”, señaló en reconocimiento a Walter Vuoto.

El desafío mayor

De cara a las presidenciales, instó a “pensar para adelante como estrategia quiénes son los que nos van a representar y cuidar todo lo que se construyó. Eso solamente tiene un camino, que se llama Daniel Scioli-Carlos Zannini”, sostuvo de la fórmula de continuidad del modelo.
“Es cierto que conquistamos un mojón, que hemos dado un paso bárbaro. Es una provincia más, son tres ciudades más y una propuesta política que enamoró y no tiene que dejar de enamorar nunca. Sepa, señora Presidenta, que somos todos gustosos soldados de la causa que usted conduce, desde el lugar que sea, y que esta política tiene continuidad. Estamos convencidos de una propuesta cada vez más grande. Hemos dejado atrás un pedacito de satisfacción más para el peronismo, para el grupo de compañeros y todos los hombres y mujeres que han formado esta propuesta, que estamos convencidos de que es lo mejor”, manifestó.
Cerró con un estrecho abrazo a la gobernadora electa Rosana Bertone.