Río Grande.- Ayer se realizó una asamblea de trabajadores en el hospital regional de esta ciudad y pidieron la presencia del Director, para conocer las razones del desabastecimiento en todas las áreas.
El Dr. Oscar Ruiz se hizo presente acompañado por el director administrativo, contador Miguel Vázquez, y ambos expusieron las trabas administrativas que les impiden acceder a fondos millonarios que duermen en una cuenta bancaria, mientras falta de todo.
El contador Vázquez comenzó haciendo uso de la palabra para exponer que la decisión “no depende del hospital porque nosotros ni siquiera podemos cargar las órdenes de pedido, porque no tenemos crédito. Si tuviéramos el resorte de Economía de darnos un crédito, bárbaro, pero no lo tenemos”, sostuvo sobre la imposibilidad que plantea el propio sistema SIGA que fue implementado.
“No hay crédito para comprar. Este mes salimos corriendo a comprar los elementos de protección personal, que no había, porque los pidió la justicia”, aseveró el contador, sobre situaciones extremas que se están viviendo.
“La urgencia, aparte de los antibióticos, es el toner, el papel, la birome. Se llegó a este punto y la única forma de revertirlo es que nos den una inyección de plata, que a medida que se va cobrando se devuelve”, planteó como alternativa.
Dio cuenta de su experiencia en clínicas y sanatorios de Buenos Aires, y aseguró que “para que un hospital desabastecido se pueda recuperar de los insumos se necesita por lo menos un año. Yo lo hablé con la ministra Chapperón y dice que va a pedir más crédito. Nosotros tenemos un gasto de cuatro millones de pesos mensuales, son 48 millones al año. Si pudiéramos recaudar esa cifra sería bárbaro, pero evidentemente no podemos, porque la mayoría de nuestra deuda es de organismos del estado y obras sociales que están en problemas”, agregó.
En lo inmediato prevé “pedir a Economía que libere fondos y la respuesta la van a tener ellos”, dado que hay reservas que no pueden usar.

Vidas en juego

Por su parte el Dr. Oscar Ruiz, director del hospital, advirtió que están en juego “vidas humanas” y expuso su malestar por la burocracia estatal que no se ha resuelto, cuando tienen fondos en las cuentas que no les permiten usar.
“Todo es importante para el funcionamiento del hospital, por supuesto la situación de medicamentos tiene mayor importancia y se le intenta dar prioridad a ese tipo de cosas. Pero el hospital también funciona con la situación administrativa. Se habló del toner, del papel y todo ese tipo de cosas”, dijo, avalando el desabastecimiento general que planteó el contador.
Asumiendo el costo personal, el Dr. Ruiz expuso su decisión de pasar por encima de las normas, para poder abastecer las emergencias. “La semana pasada di una orden acá, que se está cumpliendo ahora y es un poco cagarme en la normativa vigente –dijo literalmente, harto de meses sin respuesta-. La normativa vigente nos dice que si no está el crédito no le podemos dar curso a los pedidos, y desde la semana pasada he autorizado absolutamente todos los pedidos de compra, las órdenes de pago, absolutamente de todo”.
Indicó que el sistema informático ni siquiera permite ingresar el pedido de insumos si no figura crédito para comprarlos. “El SIGA no lo deja entrar y lo peor de todo es que no documenta esto. Hablamos con la gente de informática y de la única forma que se puede documentar es imprimiendo la pantalla del pedido y la fecha”, señaló frente a pedidos frustrados de los que no quedan registros.

Gran esfuerzo, sin resultado

El Dr. Ruiz, con números sobre la mesa, demostró las mejoras en materia de recaudación, gestión administrativa y de cobro, pero falta la respuesta del gobierno.
“Desde el hospital se ha hecho todo lo posible para mejorar el funcionamiento y tengo un pequeño comparativo, que es un informe hecho el 22 de julio, hace muy pocos días, donde se compara el primer semestre del 2014 con el primer semestre de 2015: en el primer semestre de 2014 se facturaron 14 millones 172 mil pesos; y en el primer semestre de 2015 se facturaron 31 millones 150 mil pesos. La facturación de aumentó más del doble”, subrayó.
En cuanto al recupero de la facturación, dijo que “en 2014 fueron 5 millones 800 mil pesos; y en 2015 hubo un recupero de 19 millones 200 mil pesos. Esos 5 millones significaban el 41% de lo facturado en el primer semestre del año pasado; y los 19 millones significan el 61% de lo facturado. Se va efectivizando el accionar del hospital”, aseveró, pese a los procedimientos que les siguen planteando impedimentos.
“Tenemos que saltear un poco las normas porque esto no es Vialidad Provincial donde quedan los pozos en la calle y alguien de la comunidad tiene que gastar en amortiguadores. Acá estamos hablando de vidas humanas y tenemos que presionar para cambiar el procedimiento de compra y que nos autoricen”, enfatizó.
Además, dio detalles de los juicios de apremio que se encararon para la recuperación de deudas viejas del hospital. “En el primer semestre de 2014, era de cero pesos, y en el primer semestre de 2015, son 19 millones 268 mil pesos los que están en juicio de apremio y es dinero que va a entrar a futuro. Tenemos en situación de certificación de deuda, que luego pasa a juicio de apremio, 12 millones 700 mil pesos. En total por vía judicial se está tramitando el cobro de 32 millones de pesos”, remarcó.
“Podemos hacer más, salteando normas con ayuda”, expuso, reclamando “una mano para darnos la opción y el respaldo de saltar las normas y salir a usar los 14 millones de pesos que tenemos en el banco y no podemos usar”.

Mendigando salud

“La situación es agobiante, soy el responsable máximo del hospital, me hago cargo y con vergüenza tengo que decir que, teniendo 14 millones de pesos en el banco, estamos mendigando que nos autoricen el uso de 700 mil pesos, como nos autorizaron el viernes pasado. Y 700 mil pesos para que se abastezca el hospital no dura un día”, disparó un director agotado de la falta de respuestas, con la mayoría de los funcionarios de vacaciones.