Río Grande.- La implementación de la mediación en la justicia provincial logró descomprimir causas “fundamentalmente en los juzgados de familia, donde la mediación es pre-judicial y obligatoria”, dijo ayer a Radio Nacional Ushuaia la jueza del Superior Tribunal, Dra. María del Carmen Battaini.
Aseguró que “realmente se ha notado una disminución sensible en el ingreso de causas, básicamente en los juzgados de familia”, y explicó de qué se trata este proceso.
“Son los cambios de paradigma, son opciones que tienen las partes, en el caso de familia son obligatorias, y en otros pueden optar las partes. Es un sistema de resolución de conflictos donde interviene un mediador, que puede también estar con un co-mediador, que puede ser otro abogado, un psicólogo, un asistente social. Las partes se reúnen en una mesa circular con la otra parte, sobre un tema de alimentos o de régimen de visitas”, citó como ejemplos más comunes para casos de familia.
“El mediador es quien hace el nexo comunicacional, esto significa que mediante herramientas específicas logra que las partes lleguen a escucharse, a dialogar y solucionar sus propios conflictos”, dijo.
Destacó que “lo bueno de este sistema es que no es el mediador ni un tercero el que decide o da la solución al conflicto, sino que son las propias partes las que logran llegar a un acuerdo decidido por ellos, no impuesto”.

Capacitación constante

La magistrada indicó que se requiere capacitación específica y permanente para quien ejerce este rol. “Nuestros mediadores están capacitados constantemente para lograr esa interacción y les aseguro que hay casos que son emblemáticos, que parecería que nunca van a lograr un acuerdo, y sin embargo con la utilización de estos métodos, a veces con dos o tres entrevistas, logran solucionar el conflicto”, sostuvo.
Agregó que suele ocurrir que en el diálogo entre las partes “salen otros conflictos previos, que no tienen nada que ver con el tema a resolver, pero las partes logran aclararlo y avanzar con los temas de fondo”.
A modo de ejemplo de un caso concreto, citó una mediación en otra jurisdicción donde había una disputa por dinero, pero en el diálogo se terminó exponiendo el malestar porque uno no había invitado a la familia del otro al casamiento. Son cuestiones de la vida cotidiana que, sin esta instancia, tal vez llevarían al largo proceso de un juicio.

Plazos para decidir

Consultada sobre el plazo de un proceso de mediación, dijo que “lo regula el mediador, pero no es indefinido. A veces salen a la luz temas que son derivados a otras áreas y los maneja el mediador de acuerdo a las partes. Los que deciden son las partes”, resaltó, obviamente con la asistencia letrada, por lo cual el grado de satisfacción es mayor que cuando es el juez quien dicta sentencia.
“En una causa judicial siempre es el juez el que decide cuánto corresponde a uno u otro, y siempre hay un vencedor y un vencido. En cambio en todo lo que es mediación se tiende a que el conflicto termine y no haya vencedor ni vencido. Es el objetivo fundamental de la mediación: lograr la comunicación entre ambas partes. Cuando el conflicto se logra resolver entre ambas partes, ya no existe”, manifestó.
Lo cierto es que el tiempo es mucho más breve que un juicio, porque “los términos procesales a veces se alargan en el tiempo, en cambio con las mediaciones se pueden regular mucho más”, dado que con el acuerdo no se llega al juicio.
Y además el costo es muy inferior a un proceso judicial. “Hay muchas causas que a lo mejor no llegan a un acuerdo dentro de la mediación, pero estadísticamente se comprueba que no ingresan al sistema judicial”, dijo la magistrada, valorando que aun cuando esa mediación no llegue a un resultado, incentiva a las partes a terminar de acordar por fuera.
“Eso da la pauta que a lo mejor no fue el resultado óptimo la mediación, pero ellos mismos logran solucionar su conflicto y no se judicializa”, indicó.
“Obviamente no para todos los casos la mediación es válida, pero para este tipo de cuestiones sí, y podemos comprobar que da su resultado”, garantizó Battaini, a la luz de la “sensible la disminución de ingreso de causas” que se observa en los juzgados de familia.

Colegios de Abogados se suman

Dado que hay otros casos pasibles de ser derivados a los centros de mediación, los colegios de abogados están capacitándose sobre el tema.
“Nosotros hemos derivado con muy buenos resultados, aun estando en trámite la causa”, dijo la juez, por lo cual “ya se está abordando el tema de mediación desde los colegios de abogados, en especial en Río Grande, porque así lo prevé la ley también”.
“Desde el año pasado se están capacitando abogados del distrito norte para poder empezar a funcionar desde su colegio de abogados”, informó, como también que los requisitos son simples.
Primero, tener la capacitación en mediación. “Hay muchos institutos que la dan y nosotros hemos optado por capacitar a nuestra gente con la Fundación Libra, que está dando la capacitación en Río Grande. Mes por medio viene una asesora técnica, que es psicóloga mediadora, a realizar una revisión de la práctica, estar en contacto con los equipos de trabajo, para ver lo que se necesita reforzar en capacitaciones específicas”, detalló.
“Son profesiones nuevas, que están constantemente con la gente y con casos que se presentan cada vez más complejos, por eso necesitan capacitarse en estos casos”, apuntó Battaini.

Andorra, sin mediación

Consultada sobre el desalojo de Andorra, donde las partes habían acordado recurrir al centro de mediación pero el juez De Gamas Soler dispuso antes la medida, la Dra. Battaini aclaró que conceder o no la mediación “es facultad del juez”.
“El fiscal lo puede pedir, y el juez puede decir si corresponde o no. En otros casos sí se ha hecho. Hay cuestiones que son de orden público y, cuando son de orden público, hay que evaluarlo muy bien y hay una línea muy fina”, observó.
“Siempre es el juez el que define. Pero siempre es una opción válida la mediación, más allá del resultado”, aseveró.
La jueza tuvo en consideración la valoración que pudo hacer De Gamas Soler de los hechos, donde hubo situaciones de tensión, amenazas y finalmente procesamientos para todos los usurpadores. “El juez, al tener la causa en sus manos, sabrá por qué lo decide. Es muy fácil decir por qué no lo mandó a mediación, pero el juez sabe por qué y tiene todos los elementos en sus manos para poder decir por qué sí y por qué no”, reiteró.
Contempló que en este caso “pueden existir otros intereses, sin perjuicio de que se han hecho mediaciones en temas de ocupación también. A veces la mediación se utiliza para abordar un tema puntual dentro de un esquema complejo. Siempre el diálogo es una medida sumamente importante y valiosa, pero no todos los casos dan para este tipo de vía. También puede darse que un tema familiar después se judicialice porque no hay posibilidad de diálogo”, citó entre las posibilidades.

Planilla a disposición

La jueza informó que tanto en los casos de familia como en otros “espontáneamente se puede presentar la parte con su abogado y pedir el proceso de mediación. Hay una planilla de requerimientos que se puede sacar por correo electrónico desde nuestra página. Tenemos un centro de mediación en el barrio 60 viviendas de Ushuaia y en Río Grande otro dentro del campamento YPF. En Tolhuin tenemos la casa de justicia y una de las puertas es el centro de mediación. Son nuestros tres centros fijos, independientemente de que podemos funcionar en algunos centros satélites que nos presta la Municipalidad de Río Grande, porque tratamos de acercarnos a las zonas más vulnerables. Lo ideal sería tener un lugar más céntrico en Río Grande para que la gente no tenga que trasladarse hasta YPF”, planteó como inquietud.
“Una vez que se completa la planilla, se presenta en el centro, se dice quién es el requerido, hay personas que hacen la notificación. Puede ser que la persona concurra o no, y se busca la forma de lograr que se sienten a la mesa, aunque sea una vez. Hay casos donde es imposible pero en la mayoría se sienta, y ahí empieza el diálogo, cada uno con su abogado. Muchas veces las partes hablamos y no escuchamos al otro, y de esa tarea se ocupa el mediador”, con técnicas específicas para ello.

Violencia de género

Por último la jueza estimó que la semana próxima asistirá a la Legislatura, “ante la preocupación de ver cómo abordar el tema de violencia de género de parte de los legisladores”, a partir de algunos avances para adherir a la ley nacional.
“Lo ideal es conocer lo que pasa en la provincia, no solamente en números sino cómo trabajan nuestros jueces y cuáles son las necesidades que tenemos, para que después la ley no se pueda cumplir porque no existe el soporte o el sistema de contención”, dijo.
La jueza espera “entre todos dar un soporte a esta problemática, que es muy severa”, y la intención de los parlamentarios es adherir a la ley en el corto plazo, teniendo en cuenta que prevé financiamiento entre otras cosas, para casas donde se puedan alojar las víctimas con sus hijos, mientras se tramita la exclusión de hogar del agresor.