Río Grande.- Cancillería emitió un comunicado donde expresó su preocupación por la falla en el funcionamiento de la válvula de seguridad del pozo de exploración que está siendo perforado en el área denominada “Isobel Deep”, en la plataforma continental argentina cercana a las Islas Malvinas por la plataforma Eirik Raude.
Según los comunicados de prensa de las empresas FOGL y Rockhopper la perforación debió suspenderse a 1.273 metros de profundidad a raíz del mal funcionamiento del mecanismo de seguridad. Un hecho similar fue el que desencadenó la catástrofe ambiental producida en el Golfo de México a manos de la empresa British Petroleum, otra compañía inglesa.
Un derrame de petróleo de magnitud en el área de Malvinas tendría un impacto significativo en el ecosistema, que podría perdurar durante décadas. Las aguas circundantes a Malvinas son ampliamente conocidas por su rica diversidad. Existen en dicha zona áreas de reproducción y alimentación de numerosas especies de mamíferos y aves marinas, varias de las cuales son objeto de protección internacional a través de convenios multilaterales específicos, en razón de su elevada vulnerabilidad y frágil estado de conservación. Asimismo, las aguas son ricas en especies que son objeto de explotación comercial, tales como calamar o la merluza negra.
Según los últimos escenarios de derrames ensayados por las propias empresas involucradas, uno que ocurriera en el pozo que por estos días se perfora en la cuenca situada al norte de las Islas Malvinas tendría altas probabilidades tanto de alcanzar la costa de aquéllas como las costas de la Isla de Tierra del Fuego.
Este episodio trascendió una semana después de la denuncia penal que inició el Ministerio Público contra las empresas petroleras y sus titulares, al haber iniciado las actividades extractivas sin respetar la normativa nacional.