Río Grande.- "Pertenecemos -desde ahora y desde siempre- a una única clase; somos la clase obrera. Nos duele en carne propia cuando un compañero o una compañera, no puede hacer reconocer y respetar sus derechos ante cualquier patronal. Justamente por eso nos hemos construido desde hace años en la unidad, en la solidaridad y en la organización", dijo el diputado nacional y secretario General de la UOM Río Grande Oscar Martínez, ante la asamblea de trabajadoras y trabajadores de la empresa Brightstar, que se realizó en el acceso a la planta acompañados por el Congreso de Delegados del gremio metalúrgico.
En el mismo sentido expresó que se trata de "saber que lo que le pasa al compañero o la compañera, de cualquier tipo de actividad, nos pasa y nos duele en carne propia a cada uno de nosotros". El titular de la UOM local dijo que "por eso somos capaces de responder ante cada actitud que tienen los gobiernos, que tienen las patronales, que tienen los distintos sectores que pretenden una y otra vez llevarnos por delante a los trabajadores y el pueblo".
Martínez señaló que se trata de "una lucha difícil", agregando que "no venimos a inventar nada nuevo, solo venimos a comprometer nuestra responsabilidad de siempre para tratar de estar -entre todos- a la altura de las circunstancias". Indicó que "seguramente tendremos mucho debate y muchas discusiones" y expresó que "aceptamos y valoramos mucho las críticas y los cuestionamientos, porque somos en muchos de los casos responsables en absoluto de los errores y aciertos de nuestra organización. Pero también queremos decirles, como lo hemos hecho siempre, que tenemos la firme decisión en cada uno de nuestros actos, de hacer respetar hasta las últimas consecuencias cada uno de los derechos: los puestos de trabajo, las condiciones de trabajo, el salario, la salud y la integridad de cada una de las compañeras y cada uno de los compañeros", puntualizó el dirigente metalúrgico.
En ese camino no descartó incluso la posibilidad de llegar "a la toma de fábricas", asegurando que "no nos va a temblar el pulso y no va a haber seguridad que nos frene, si tenemos que llevar adelante la toma de las fábricas", advirtió. Reiterando que "nos duele esta situación, como nos duele la de los cientos de fueguinos que todavía no han podido ingresar a los distintos establecimientos".
Agregó que también les "duele la indiferencia de funcionarios y gobernantes, nos duele el desprecio de aquellos que dicen que Tierra del Fuego es un problema para el país. De aquellos que dicen que podemos andar en patas y en remera, de aquellos que creen que los trabajadores no tenemos derecho a poder comprar un celular, a cambiar el auto, comprar una moto o irnos de vacaciones. De aquellos repudiables que creen que todos los problemas son producto de que la gente de menores recursos tiene determinada actitud, como lo dijo hace poco la propia vicepresidente", remarcó.
El secretario General de los metalúrgicos terminó convocando "compañeras y compañeros, tenemos que redoblar los esfuerzos. Sentir que no somos tres, cuatro o cinco; somos cientos y miles los que estamos luchando por seguir viviendo en Tierra del Fuego, por seguir teniendo derecho al trabajo, a la educación, a la salud, la vivienda; en síntesis, por seguir ejerciendo nuestro legítimo derecho a vivir donde hemos decidido vivir hace mucho tiempo".
"No habrá gobernantes, ni patrones que puedan convencernos de lo contrario. Está en nosotros, en cada una de las compañeras y los compañeros, en los vecinos, en los comerciantes, en los transportistas, en los taxistas, en los empleados públicos; en cada uno de los sectores, defender lo que hemos conseguido con muchísimo esfuerzo", señaló, aseverando que "la única alternativa es unirnos" para "hacer oír nuestra voz desde Tierra del Fuego".