Río Grande.- De visita en los estudios de Radio Universidad, el representante del sector rural Fernando Glubich se refirió a distintos temas que está abordando junto con la Sociedad Rural.
En primer lugar, respecto del estado de los caminos, dijo que “el año pasado tuvimos la presencia de Vialidad cuando cayeron las primeras nevadas. Fue un invierno benévolo, pero el anterior nos maltrató bastante y tuvimos presencia inmediata”.
Aseguró que “siempre hay buena disposición de toda la gente de Vialidad, porque están al servicio de los productores y es una ayuda mutua”, pero observó que “el punto que debemos seguir trabajando con la provincia es priorizar las obras que tenemos pendientes en cada una de las rutas complementarias”.
“No es solamente hablar de una ruta que va a prestar el servicio de un modo extractivo de la producción sea lana o carne, sino asegurar la transitabilidad para todos”, precisó.
Consultado sobre el impuesto inmobiliario rural, por el que hoy recaudan entre 4 y 5 millones de pesos desde el gobierno, para ver si parte se vuelca a mejorar el sector, dijo que “del punto de vista jurídico seguimos en la misma nube y con turbulencia con estos temas que no se resuelven. El incremento impositivo fue sustancial y aumentó la recaudación de la provincia. No hacemos oídos sordos a los problemas pero queremos avizorar cuál es el plan del gobierno en las complementarias y el sector rural. Algunas rutas dependen de Nación, que gira todos los años los fondos para su mantenimiento. Pero en cuanto a los caminos no hemos visto cambios muy significativos”, manifestó.
“Se está haciendo la apertura de una nueva ruta, que comenzó en mayo de 2013 y queda mucho por delante, pero va a ser un corredor turístico sumamente interesante, aunque siempre se plantea la disyuntiva, porque si la provincia no es eficiente en el trazado actual hace la apertura de 16 kilómetros más. Ojalá que se incluya dentro de un programa de gobierno y sea una meta no sólo de Vialidad Provincial”, deseó.
Apuntó que este trabajo “viene aparejado con Vialidad Nacional y es un trabajo conjunto con Policía, del punto de vista de la sanidad, porque hay zonas sin salas de primeros auxilios, sin educación básica”.
Para Glubich “debe existir un plan integral que tenga como fin la radicación de las familias nuevamente en el sector rural. Esto va a ir en pos de toda la producción. Tenemos que redireccionarnos en ese camino, porque estamos en un proceso de vaciamiento de las áreas rurales”, denunció, convencido de que se debe “repoblar el campo argentino”, pero para eso hay que garantizar “cuestiones básicas para la vida humana”.

Recambio de ovejas por vacas

Glubich es miembro del Consejo Regional Patagonia Sur, que se reunió hace un mes en Esquel. Allí se analizaron varios temas, y entre ellos la reducción de ovinos no sólo por perros cimarrones como ocurre en Tierra del Fuego, sino por la incidencia de pumas y guanacos.
“Fuimos por tierra a Trevelín, recorriendo algunas chacras. El INTA promueve este Consejo y es un ámbito de discusión donde se juntan secretarías, ministerios de gobierno, productores. Hoy lo preside un productor de la zona de Sarmiento y cada uno plantea la problemática de cada provincia”, explicó del funcionamiento.
“Estamos trabajando puntualmente con el guanaco con el gobierno de la provincia de Santa Cruz, que ha hecho una petición al Ministerio de Desarrollo de Nación para retirar al guanaco como especie protegida”, informó.
Dijo que es una “decisión política que se llevó a cabo luego de un relevamiento que arrojó un número estimado en 1.200.000 guanacos en la provincia de Santa Cruz”.
Teniendo en cuenta que se estima un millón de cabezas de ovinos, los guanacos ya los superan en la provincia vecina.
“La cifra más completa que uno puede dar con seriedad, es que hay entre un 13 y un 15% de establecimientos privados que tuvieron que cerrar sus puertas porque no pueden seguir produciendo. Los está afectando el puma como depredador y el guanaco que compite por el alimento. Las autoridades hablan de un millón de cabezas de ovinos, que es un número importantísimo. Vale decir que en Santa Cruz hay más guanacos que ovejas”, confirmó.
A nivel local recordó que “en su momento el CADIC junto con el CONICET realizaron un estudio para determinar la población de guanacos, pero ese número estimado en Tierra del Fuego todavía no lo tenemos. Podrían rondar los 30 mil en determinadas áreas, pero no a nivel provincial. Se hace más difícil medir porque el 50% de la isla es fiscal”, indicó.
Lo cierto es que Santa Cruz tomó este tema en agenda, y no afecta únicamente a los productores, sino “a la seguridad vial”, teniendo en cuenta que saltan alambrados y se convierten en un riesgo para los automovilistas.
“La idea no es eliminar el guanaco, sino controlar una especie que hasta el momento está protegida y está ocasionando un serio daño a la producción”, señaló, con la aclaración de que, por estar protegida la especie, “no se puede comercializar la carne de guanaco tampoco”.
Si le retiran esta condición, sería posible iniciar una comercialización que además ya tiene mercado. “En su momento el mercado alemán y francés fueron los principales receptores y estarían interesados en volver a hacerlo”, afirmó Glubich.
Asimismo, dijo que “se trabaja en un protocolo de faena para poder avanzar del punto de vista sanitario”, si se concreta esta posibilidad. “Al menos en Santa Cruz las cartas están sobre la mesa y esto está en discusión”, reiteró, advirtiendo que para los fueguinos “es un camino que tarde o temprano tendremos que copiar. En Chubut están haciendo lo propio, tratando de medir este problema, y en Tierra del Fuego tendremos que trabajar en conjunto con el coordinador de producción de zona norte”.

Perros cimarrones

Respecto del problema de los perros salvajes en la provincia, dijo que “todos coinciden en un diagnóstico por el cual va a haber que aprender a convivir con el perro. Se puede mitigar pero es difícil llegar a eliminarlo”, se resignó.
“Se trabaja para seguir combatiendo al perro desde la ciudad, y la idea es que no tengamos perros callejeros. El perro tiene su rol dentro de la sociedad, no decimos que haya que salir a hacer una matanza indiscriminada, pero tiene que estar en su justa medida. No puede estar libremente, disperso, registrando como promedio dos ataques por día a las personas, más las enfermedades que transmiten”, planteó.
“No deja de ser una decisión política. Hay organizaciones que malinterpretan cuáles son las intenciones, pero hay que decidir si nosotros queremos seguir siendo una provincia lanera, porque ya tenemos el 45% menos de stock. No queremos eliminar el cordero fueguino, que es una marca mundial”, sostuvo.
Igualmente el campo fueguino está en plena reconversión, para cambiar ovinos por bovinos, que “no es fácil, porque hay que cambiar alambrados, instalaciones, y la rentabilidad no es la misma, sino mucho menor”, aclaró el ruralista.
“La idea es trabajar en conjunto con Nación y ver si no vamos a tener más ovejas. Si queremos tener una provincia que siga produciendo carne, en este caso bovina, no queda otra que premiar ese esfuerzo y contribuir. Habrá que pelear por una ley bovina en lugar de ovina, repoblar los campos con vientres bovinos, con líneas de crédito para hacer inseminación artificial, con vientres traídos de afuera”, dijo de la serie de tareas a emprender, que requieren de colaboración y una política pública.
“A la fecha tenemos un cordero distinguido y una lana privilegiada a nivel internacional, y debemos seguir por este camino con el bovino, con una carne sana, natural y que tenga una etiqueta reconocida a nivel internacional. Todo esto debe ir de la mano de una política de estado, porque el productor solo no puede llegar a ningún lado”, expresó.

Sin matadero en Ushuaia

Sobre la posibilidad de colaborar con la reapertura del matadero municipal en Ushuaia, recordó que el presidente saliente mantuvo una reunión con el intendente Sciurano y “en ese momento se malinterpretó la postura de la Sociedad Rural, en el sentido que iba a ayudar en la reapertura y remodelaciones que eran necesarias. Esa no fue nunca la postura de la Sociedad Rural, sino que fue un acto político donde se brindaba un apoyo, manifestándole el grave perjuicio al no tener un matadero en Ushuaia”.
Lamentó que mientras tanto “las instalaciones están cerradas, no hay ninguna definición y esto afecta al consumidor. Si la hacienda se faena en Río Grande y se traslada en camión a Ushuaia, el costo es muy alto”, dijo, admitiendo su “bronca cuando no decimos las cosas como son y tratamos de evadir las respuestas. Si en su momento, para que volviera a ser funcional el matadero de Ushuaia, se necesitaban entre dos y tres millones de pesos, me llama la atención que sea un problema de dinero para la Municipalidad de Ushuaia, sobre todo midiendo el perjuicio que ocasiona a nivel social. Es evidente que esto es un problema político, no productivo”, consideró.

Los precios

Por otra parte se refirió a los precios de la carne, que en los supermercados rondan los 120 ó 130 pesos el kilo, cuando al ganadero le pagan menos de 20 pesos el kilo vivo.
“Yo me hago exactamente la misma pregunta -dijo sobre esta diferencia-. Dentro de la cadena y la conformación de precios en la Argentina tenemos el mismo ejemplo. Hoy el novillo vale entre 18 y 20 pesos y pesa entre 350 y 400 kilos. Un ternero está entre 180 a 240 kilos y se maneja a 21 pesos el kilo. En lo que sale al continente, el problema básico es el flete, y se calcula dos pesos de flete por kilo”, estimó.
Haciendo un cálculo rápido, dijo que “si un ternero lo pagan en pie 4.400 pesos, hay 400 pesos de flete”.
En 2013 salieron 1.500 cabezas, y “todo depende de los costos de flete, de lo que ocurra con los camioneros también”, puesto que cualquier conflicto impacta directamente.
Lo concreto es que “hay una sociedad que paga un precio determinado, pero no es culpa del productor. No es el productor el que traslada ese precio”, aseveró Glubich.

Mujer y presidenta

Finalmente, teniendo en cuenta que era uno de los candidatos a presidir la Sociedad Rural luego de la renuncia de César Vargas, se le preguntó por el cambio de autoridades.
“El miércoles pasado tuvimos la asamblea y el nuevo presidente es Lucila Apollinaire. En la vicepresidencia está Jorge de las Carreras, y básicamente es darle continuidad a la labor que venía realizando la gestión de César Vargas. Siempre han estado empapados de toda la problemática y la renuncia de César se debió puntualmente a un tema político personal, de disponibilidad de tiempos y horarios”, explicó.
“Yo tuve una conversación telefónica con Lucila, le pregunté si quería ser presidente, me dijo que sí y respeté esa voluntad. Nos une una amistad con ella, su familia, su esposo, y soy parte de la misma comisión como vocal, así que estoy apoyando esta nueva gestión y vamos a tratar de abarcar todos los temas que preocupan al sector”, aseguró.
Apuntó que “por primera vez tenemos una presidente mujer, que tuvo un grado de consenso muy amplio y es importante destacar la labor de las mujeres históricamente dentro de la Sociedad Rural. Es una forma de reivindicar el rol de la mujer en el sector rural”, concluyó.