Río Grande.- El subsecretario de Desarrollo Productivo y Planificación del Municipio de Río Grande participó del programa ‘Buscando el Equilibrio’ en los estudios de Radio Provincia y dio cuenta del avance en la producción local de alimentos, como también del desafío de crecer en escala para proveer a Ushuaia de alimentos frescos, a los cruceros y hasta las bases antárticas.
En principio destacó la importancia de lo que se produce en la ciudad para la ampliación de la matriz productiva, a fin de que “Tierra del Fuego pueda encontrar otros ejes de trabajo. La producción local de alimentos es uno de ellos, y estamos transitando el camino de la soberanía alimentaria. Una de las experiencias positivas es lo que se lleva adelante a través de RG Alimentos, que es la marca que lleva adelante la sociedad del Estado, junto con el municipio, como empresa pública”.
“Tenemos pollo fresco local y hasta la fecha llevamos 70 mil pollos faenados y comercializados en Río Grande. En principio comenzamos distribuyendo en distintas carnicerías y almacenes de barrio, luego tuvimos un parate por la gripe aviar, y luego comenzamos a concentrar nuestra comercialización en el punto de venta que tenemos en el Paseo Canto del Viendo. La gente se está acostumbrando a ir a buscar este producto ahí”, aseguró.
“Toda la oferta de productos frescos se está concentrando en el Paseo de jueves a sábados y estamos ampliando la cantidad de días en los que pueden encontrar producción local. Los pollitos recién nacidos vienen desde Entre Ríos, viajan a Río Grande con 48 horas de vida y se engordan de manera local a partir de nuestro convenio con La Misión Salesiana. Pusimos en valor los galpones, la faena avícola, contratamos gente que tenía identidad con la producción, como ex alumnos de La Misión Salesiana. Esto ha tenido un gran impacto social y económico, y es la posibilidad de poder acercar productos frescos y de calidad a la comunidad. Desde que cerró la producción de pollos en La Misión Salesiana estábamos acostumbrados a consumir productos de baja calidad, que vienen congelados y con bajas propiedades nutricionales. Ahora estamos demostrando que es posible producir en Tierra del Fuego y que sea rentable un emprendimiento productivo enfocado a lo alimenticio”, dijo.
Otra unidad de negocios que está creciendo es son los tomates agroecológicos, sin agregado de químicos. “Hoy estamos produciendo nueve variedades de tomate, al principio fue de manera experimental y hoy entre cinco y seis variedades ya tienen formato comercial. Pudimos vender durante todos estos meses variedades de tomates y el desafío es poder producir en junio y julio, que son los meses más fríos, y estoy seguro de que lo vamos a lograr”, confió.
Respecto de los grandes supermercados y la posibilidad de que estos productos estén en las góndolas, indicó que “hay una pequeña compra de lo que más se produce en Río Grande, que es la lechuga. Siempre tenemos el problema de la continuidad y el volumen, porque la producción es temporal en Tierra del Fuego. Cuando salió la producción de pollos hace un año y medio, las cadenas de supermercados bajaron al 50% los precios del pollo congelado. Ese no es un tema menor porque se puede lograr incidir en esto y marcar un precio de referencia. Con el tomate pasó lo mismo, nosotros comercializamos la primera variedad, que era una especie de cherry en racimo, y otras importantes empresas de Río Grande bajaron el precio del cherry. Eso es lo que estamos buscando, además de que el privado vea que hay posibilidad de invertir en estos sectores. En el marco de la prórroga del subrégimen y del fondo de ampliación de la matriz productiva, pueden invertir en alimentos”, subrayó.
Planta de alimento balanceado
Un factor fundamental es contar con alimento para aumentar la producción ganadera. “El alimento balanceado es el principal costo que tenemos en la estructura de producción de pollos, nuestra y de todos los productores que tienen animales en la provincia. Traer un camión con alimento balanceado cuesta 25 millones de pesos, y eso lo vemos reflejado en los costos. Hoy Tierra del Fuego está dando grandes pasos que nos permiten tener una continuidad y lograr bajar los precios”, sostuvo.
“Un caso específico es la producción porcina. A través de tecnología y de algunos programas nacionales e internacionales que bajamos desde el municipio, logramos que los que producían a cielo abierto y tenían los animales en el barro, hoy tengan producción bajo techo, con camas parideras, con zona de destete y calefacción. Esto permite que se puedan tener pariciones todo el año y que se puedan planificar las pariciones para tenerlas cada dos meses. Hay gente que tenía 20 madres y producía 40 lechones, y hoy produce 200 lechones. Estos son pasos importantes”, valoró.
“Desde el municipio hace poco iniciamos con un programa para contrarrestar el pasivo ambiental que genera la producción de cerdos, con todos los desechos. Estamos trabajando en poner biodigestores y eso permite que no se contamine el ambiente, que se pueda producir con más animales, y que en definitiva haya más carne local en las carnicerías y mercados de Río Grande”, apuntó.
Además dio cuenta del incremento de la producción. “Estamos iniciando mayo y tanto en la faena bovina como porcina estamos un 15% arriba del año pasado. A nosotros nos apena que en una cadena de supermercados haya cerdos de Dinamarca y hoy en el Paseo Canto del Viento se está vendiendo cerdo local, de jueves a sábado; también se está vendiendo pescado fresco, frutas como el tomate y verduras de la zona. Este jueves vuelven los pollos de RG Alimentos al Paseo, y la gente hace fila en la calle Fagnano 650 para poder conseguir el producto fresco. Vemos que la gente se está acostumbrando a consumir el producto fresco y eso es sumamente importante. A su vez genera cadenas cortas de comercialización, porque va del productor al consumidor. Esto tiene un derrame tremendo en la economía local y lo que estamos tratando de lograr es que sea una posibilidad de empleabilidad todo el año”, planteó.
Economía circular
Armas agregó que “hace poco se entregaron estufas a productores, por un proyecto que hicimos a través del Banco Mundial y pudimos bajar 112 estufas a biomasa que utilizan el desperdicio de la industria forestal de Tierra del Fuego. A todo el aserrín de los aserraderos se le puede dar valor a través de un prensado, y se va a vender a un precio económico comparado con el pelet de pino que se trae del continente. Esto genera trabajo y se utiliza una economía circular, porque se usa el desperdicio para calefaccionar las unidades productivas y producir todo el año. Este proyecto incluye una segunda etapa, que son dos perforaciones con dos tanques cisterna de 40 mil litros en la zona sur de Río Grande. Va a haber dos plantas chicas de potabilización de agua y también incluye un camión cisterna para hacer el recorrido en el barrio. A futuro pensamos hacer conexiones desde estos pozos a las chacras aledañas”, anticipó.
Sello propio
Asimismo, destacó el aporte de organizaciones nacionales al proyecto de agregado de valor. “Hay organizaciones que son socios estratégicos del municipio, el INTA es una y con ellos estamos trabajando en un sello agroecológico para dar un valor agregado a la producción local, que no utiliza químicos. Con nuestras características climáticas, Tierra del Fuego puede ser una provincia productora agroecológica 100%; estamos libres de aftosa, prácticamente no se le da vacunación a los animales, y la idea es tener la trazabilidad del producto y brindarle un sello. A su vez estamos trabajando en un sello avícola, porque hicimos un diagnóstico y hay 100 chacras en Río Grande con gallinas, muchas son para consumo familiar pero otras vienen creciendo. El año pasado se formó una cooperativa avícola y están produciendo 15 mil huevos por mes”.
“Hoy una de las mayores demandas de la comunidad es el nuevo y queremos que haya más productores, además de ayudar a los que tienen poca producción, para que crezcan y cumplan con las normativas básicas de salubridad para comercializar en las ferias. Esto abre la posibilidad a algún productor que quiera fabricar los maples”, observó.
“También trabajamos con SENASA para tener la trazabilidad de los productos, que sean sanos y seguros, además de sabrosos. Ahora la gente puede consumir un tomate con sabor a la fruta, no llenos de agua y demasiados conservantes. Después de la pandemia la gente tiene otra conciencia de consumir productos frescos y creo que es una oportunidad no solamente para Río Grande sino para abastecer a la provincia, a los cruceros, a las bases antárticas. Soñamos un día llegar con los pollos a las bases antárticas. Nuestra intención es aumentar la escala para bajar los costos y abastecer lo que sea necesario”, expresó.
Proyecto Fénix con fondos propios
Consultado sobre el proyecto del ex quiosco Fénix, que tenía financiamiento nacional y ahora se ve truncado, dijo que “es un gran desafío y en eso estamos trabajando. Ante el cambio del gobierno nacional no tenemos novedades de una parte del financiamiento, pero el intendente tomó la decisión de continuarlo con fondos propios porque, a partir de ahí y la oferta que viene creciendo, se va a poder concentrar en un lugar. Hoy trabajamos en el Paseo Canto del Viento, que le decimos el pre Fénix, para que la gente se acostumbre a ir a buscar el producto, y la idea es llevarlo al mercado de productores locales para tener un lugar mucho más cómodo. Va a ser un punto de encuentro con la comunidad en un lugar emblemático de la ciudad que vamos a recuperar”, celebró.
Inversiones del FAMPF
Por otra parte informó sobre los proyectos de la industria radicada vinculados con la producción de alimentos. “Estamos teniendo un contacto cercano con el sector industrial y con todo el sector privado, porque en la crisis que estamos viviendo la única forma de dar unos pasos es con la articulación público-privada. Hay muchas empresas que en el marco de la prórroga están invirtiendo en alimentos. Hemos visto proyectos de cría de ganado, de forraje para engorde de animales, de invernaderos cuatro estaciones. Estuvimos en la Expo Agro hace un mes en San Nicolás y pudimos ver el proyecto de cerdos en provincia de Buenos Aires y de producción de oleaginosas de Mirgor, y estamos trabajando con la empresa para darle escalabilidad a la producción de pollos. Ellos están interesados en acompañar esta iniciativa y es la forma en que podemos crecer, con una pata en el privado. Creo que se va a realizar un encadenamiento productivo muy virtuoso”, auguró.
Finalmente se le consultó sobre el proyecto del frigorífico, que tenía aprobado un crédito de ocho millones de dólares. “El crédito está aprobado por el BID y estamos a la espera de cómo podemos resolverlo. Hay iniciativas en el marco del FAMPF de empresas privadas para invertir en esto, porque con el crecimiento que hay, con la planta de alimento balanceado y con las inversiones de las empresas, tenemos que tener dónde faenarlo. Nuestra planta de faena municipal es muy antigua, si bien la estamos modernizando, pero va a llegar un momento en que va a ser un cuello de botella. Necesitamos avanzar en la inversión en el frigorífico y seguimos luchando por ese sueño”, concluyó.