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Edición Nº 8,832
Jueves 28 de marzo de 2024
Jueves 28 de marzo de 2024 - Río Grande, Tierra del Fuego - Argentina

   
22-02-2017
La política inmigratoria de la Casa Blanca
Trump vuelve a la carga para echar de EE.UU. a millones de inmigrantes
Trump vuelve a la carga para echar de EE.UU. a millones de inmigrantes
El presidente Donald Trump abrió ayer la caja de los miedos, de las deportaciones masivas, del terror de millones de indocumentados de andar por la calle y ser atrapados por la “migra”, los agentes que tienen entre ceja y ceja a los inmigrantes. Las nuevas normas del Departamento de Seguridad Nacional publicadas ayer amplían el espectro de la persecución a millones de “sin papeles” en Estados Unidos, en un giro radical de la política de Barack Obama.
Trump vuelve a la carga para echar de EE.UU. a millones de inmigrantes.
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Se amplían las causas de las deportaciones. Serán expulsados los sin papeles que cometan incluso faltas de tránsito y no sólo los delincuentes. Oleada de críticas: dicen que viola la ley.
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Washington.- El presidente Donald Trump abrió ayer la caja de los miedos, de las deportaciones masivas, del terror de millones de indocumentados de andar por la calle y ser atrapados por la “migra”, los agentes que tienen entre ceja y ceja a los inmigrantes. Las nuevas normas del Departamento de Seguridad Nacional publicadas ayer amplían el espectro de la persecución a millones de “sin papeles” en Estados Unidos, en un giro radical de la política de Barack Obama.
“El auge de la inmigración ilegal en la frontera sur ha sobrepasado a las agencias y los recursos federales y ha creado una significativa vulnerabilidad en la seguridad nacional de EE.UU.”, subraya el documento con los nuevos ejes de política migratoria, firmado por el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly.
El país que siempre abrió los brazos a la inmigración ahora pone en la mira a más de once millones de indocumentados en su territorio, la mayoría de ellos de origen mexicano. Trump busca así cumplir una de sus promesas de campaña y dar supuestas seguridades al electorado de trabajadores blancos que lo catapultó a la Casa Blanca y que cree que los inmigrantes llegan para sacarles los puestos de trabajo.
Además de cerrar la frontera con un muro –otra de sus polémicas iniciativas-, Trump contratará a 15.000 nuevos agentes para perseguir a los que no estén en regla y deportará a los que hayan violado la ley. Pero la novedad es que ya no expulsará sólo a los traficantes, pandilleros o a los que hayan cometido delitos graves. Se podrá expulsar inmediatamente a quienes violen normas menores, incluso las migratorias.
El gobierno busca frenar el temor. “No queremos crear pánico ni proceder a deportaciones masivas, sino sólo hacer cumplir la ley”, señalan los voceros sus portavoces. Pero pocos les creen. Hasta hoy los agentes los agentes del servicio migratorio –popularmente conocido como “la migra”- tenían como objetivo prioritario la captura de todos aquellos que hubiesen cometido un delito grave. El propio Trump, a poco de ganar las elecciones, había dicho que se iba a focalizar en los criminales y pandilleros. Pero con las nuevas directrices, el espectro se amplía. Dice, concretamente, que todos los que hayan “abusado” de los beneficios públicos y “todos aquellos que violen las leyes de inmigración pueden ser sujetos de los nuevos procedimientos, incluyendo la expulsión de Estados Unidos”.
Esto quiere decir que los indocumentados estarán todos bajo sospecha y será más fácil que los capturen y los deporten porque, además, la nueva normativa restringe también la libertad provisional si son detenidos. “Esta medida será usada excepcionalmente y solo en los casos donde, después de un minucioso análisis de las circunstancias, se considere necesaria por razones humanitarias o por un significativo beneficio de orden público”, dice la orden.
Obama había marcado como prioridad la deportación de inmigrantes indocumentados con antecedentes penales e historial criminal y de hecho expulsó del país a 2,8 millones de personas durante sus dos mandatos. Pero dejaba de lado a los inmigrantes indocumentados con violaciones menores de la ley, como conducir sin licencia o tener una luz rota del coche. Ahora todos están bajo la lupa.
Desde la oposición demócrata y los grupos de defensa de inmigrantes, lanzaron una voz de alarma. La senadora demócrata Catherine Cortez Masto, la primera latina en la Cámara alta, atacó por Twitter las “deportaciones masivas como moralmente reprobables y antiestadounidenses”. Omar Jadwat, director de inmigración de la Unión Estadounidense de Libertades civiles (ACLU), dijo que el nuevo programa “confirma que el Gobierno de Trump está dispuesto a incumplir el debido proceso, la decencia humana, el bienestar de nuestras comunidades (...) en búsqueda de una política de deportación masiva hiperagresiva”.
La única buena noticia para los inmigrantes ayer fue que quedan fuera de la normativa los jóvenes indocumentados (”dreamers” o “soñadores”) que llegaron a EE.UU. como menores de edad. El documento especifica que no se verán afectados, por lo que por dos años podrán tener un permiso de trabajo y renovar su licencia de conducir.
 

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