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Edición Nº 8,844
Jueves 18 de abril de 2024
Viernes 19 de abril de 2024 - Río Grande, Tierra del Fuego - Argentina

   
12-08-2022
La cifra mensual más alta de los últimos 20 años
La inflación de julio fue de 7,4%
La inflación de julio fue de 7,4%
El mercado espera un 90% de inflación anual para este año.
En abril del 2002 se había registrado un 10,4%; desde enero último, el IPC trepó a 46,2% y en el último año llegó a 71%. En el Gobierno admiten que este mes y el próximo serán los más altos de todo el mandato de Alberto Fernández. En julio la categoría “Prendas de vestir y calzado” superó esa línea y llegó al 100,5% de incremento en comparación con el mismo mes de 2021.
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Buenos Aires.- La inflación de julio alcanzó un récord en las últimas décadas y fue de 7,4%, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). De esta manera, la suba de precios en los primeros siete meses del año fue de 46,2% y, en los últimos doce meses, la cifra acumulada trepó a 71% por ciento.
El resultado de julio representó el índice mensual más alto del año luego del 6,7% registrado en marzo y también el mayor desde 2002, cuando finalizó el plan de convertibilidad que había eliminado la inflación por 10 años. Hasta ahora, el índice mensual más alto había sido en abril del 2002, cuando el IPC fue del 10,4 por ciento; y, a nivel interanual, el más alto es el de enero de 1992, con el 76 por ciento.
El dato de inflación mensual sufrió otro fuerte salto luego de la aceleración que había comenzado a mostrar en junio, cuando fue de 5,3% y marcó así el fin de la tendencia de leve caída que arrastraba desde marzo. Para agosto el Gobierno y las consultoras ya prevén una cifra también muy elevada.
La inestabilidad cambiaria y financiera que se desató desde junio y especialmente en julio, con el recambio de autoridades en el Ministerio de Economía, la salida de Martín Guzmán, el paréntesis de menos de un mes de Silvina Batakis hasta la llegada de Sergio Massa al Palacio de Hacienda deterioró algunas de las variables que impactan de plano en la formación de precios.
Los dólares paralelos que se negocian en el mercado financiero y el tipo de cambio libre experimentaron saltos pronunciados que los llevaron, en algunos casos, en su momento de mayor volatilidad, a niveles cercanos a los 350 pesos. Recién con la asunción del ex presidente de la Cámara de Diputados como nuevo ministro de Economía el Gobierno consiguió cierto alivio, al menos en el frente cambiario.
De todas formas, en el Poder Ejecutivo reconocen que este dato de julio dado a conocer hoy y el próximo de agosto que se conocerá dentro de un mes serán los dos números de subas de precios más graves que tenga que afrontar el mandato de Alberto Fernández. “Va a ser un shock para el Gobierno”, admitían en los últimos días en los despachos oficiales.
Sergio Massa planteó en su primer paquete de medidas como ministro que abordará la inflación, principalmente, por la vía de decisiones macro como el corte en la emisión monetaria desde el Banco Central para asistir al Tesoro, y un ajuste y fuerte control de la ejecución presupuestaria para mantener a raya el gasto público en lo que queda del 2022 y poder cumplir con la meta de reducción de déficit acordada con el Fondo Monetario.
Por lo pronto, la última cifra de inflación implicará un recálculo de las proyecciones anuales que hacen economistas, consultores y bancos que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central. Ya antes de conocerse el IPC de julio este sondeo marcaba una estimación de inflación para este año superior al 90 por ciento, aunque FIEL calculó que será del 112%. Así, será el número anual más alto desde la salida de la hiperinflación de 1989.
Por lo pronto, la primera respuesta del Gobierno ante el IPC de julio fue a través de un reajuste de tasas de interés. Por un lado, buscará el Banco Central por una decisión de directorio volver a subir el rendimiento de los plazos fijos para impedir que los ahorros en pesos pierdan contra la inflación. Por otro, la Secretaría de Finanzas buscará que los bonos que emitirá este jueves tengan una tasa de interés que sea lo suficientemente atractiva para conseguir financiamiento.
En julio, la inflación de la Argentina superó en julio la de Venezuela, que se ubicó en el 5,3% según una medición independiente del gobierno de Nicolás Maduro.
Con el dato de junio, la Argentina ocupó el séptimo lugar luego de transcurridos seis meses del 2022, con el 64% acumulado en el último año, luego del Líbano con 211%, Sudan 199%, Venezuela 170%, Siria 139%, Zimbabwe 131 y Turquía 78 por ciento. De este modo, superó la suba de precios de varios países africanos: Etiopia 34,5%, Angola 23,9%, Sierra Leona 17,3%, Nigeria 16,1% y Zambia 15,7 por ciento.
En julio, luego de la Argentina se ubicó Chile con el 1,4% (13,1% en un año); Colombia 0,8% (0,3%); Uruguay 0,7% (9,2%); Paraguay 0,7% (11,1%); México 0,7% (8,1%); Bolivia 0,6% (2%), Ecuador 0,2% (3,9%) y Brasil presentó una deflación del 0,7 por ciento (10,7% en 12 meses).

Por primera vez en 30 años el Indec registró aumentos de tres dígitos

En julio la categoría “Prendas de vestir y calzado” superó esa línea y llegó al 100,5% de incremento en comparación con el mismo mes de 2021.
El informe de inflación de julio difundido por el Indec mostró por primera vez en los últimos 30 años un dato con un aumento anual superior a los tres dígitos. En las divisiones que publica el organismo estadístico por regiones y por división, el rubro “Prendas de vestir y calzado” registró un aumento del 100,5% en los últimos 12 meses.
El sector de la indumentaria es el que mayor incremento de precios registró en julio pasado en relación al mismo mes del año anterior. En la medición nacional llegó al 96,7%. De ese modo, los precios de la ropa subieron 25 puntos porcentuales por encima del nivel general, que se ubicó en 71%. El pico del 100,5% del Gran Buenos Aires fue compensado con aumentos de menor orden en otras zonas del país.
En esa segmentación, le siguen “Restaurantes y hoteles”, con un alza del 90,6% y “Salud”, con 72,1%. El resto de las categorías registraron en el último año aumentos inferiores al 71% del promedio general de inflación, a saber: “Equipamiento y mantenimiento del hogar” (70,7%), “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (70,6%), “Recreación y cultura” (70%), “Educación” (64,6%), “Bienes y servicios varios” (64,8%), “Transporte” (63,9%), “Bebidas alcohólicas y tabaco” (61,2%), “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (50,3%) y “Comunicación” (35,5%).
La llamativa suba de los precios de las prendas de vestir se contrapone a una política de protección de su actividad por parte del Gobierno, en particular con el objetivo de mantener e incrementar sus fuentes de trabajo. El propio Presidente Alberto Fernández se había referido a la cuestión, cuando señaló: “Hay un desmadre de los precios en ese rubro. Los protejo, no dejo entrar productos elaborados de China y los precios no paran de subir acá. Se vuelven en contra de la gente”.
La queja presidencial apareció en mayo, cuando el aumento en los precios del sector ya se observaba claramente por encima del resto de las divisiones, en muchas de las cuales hay controles de precios y otras políticas oficiales para que los precios no suban. Desde hace muchos años, los alimentos y artículos de primera necesidad están incluidos en el programa Precios Cuidados y en otros planes similares. Los servicios públicos aumentaron muy por debajo del 71% en el último año, producto del congelamiento de sus tarifas que recién ahora, con el plan de segmentación, comienza a desarmarse. Otros servicios, como el transporte, la salud o las comunicaciones, también tienen precios con fuertes regulaciones oficiales.
No es el caso de la ropa, que tuvo la “protección” señalada expresamente por el Presidente o al menos no ha sido incluida en las múltiples formas de control oficial que rigen la mayoría de los precios de la economía. En marzo se lanzó un modesto programa de 90 días denominado “Acción Moda”, que contemplaba que 70 marcas de indumentaria ofrezcan prendas a precios accesibles en 2.000 puntos de venta en todo el país. Las cifras del Indec indican que surtió poco efecto.
Hasta el último recambio ministerial, la secretaría de Industria estuvo a cargo de Ariel Schale, histórico dirigente de la Fundación Pro-Tejer. Desde el sector se esgrimen diversas justificaciones para la suba de precios, tales como el aumento de los insumos y la falta de oferta por el cierre de talleres. También alegan que hay mucha oferta de productos importados, por lo que la protección no es ilimitada.
En julio, el aumento de precios en “Prendas de vestir y calzado” fue de 8,5% y se ubicó, una vez más, por encima del nivel general que llegó al 7,4%, el valor mensual más alto en los últimos 20 años.
Las únicas categorías que superaron a la indumentaria fueron aquellas que en el mes pasado sintieron el impacto de las vacaciones de invierno. En ese sentido, hubo cifras muy importantes en los incrementos de Recreación y cultura (13,2%) y Restaurantes y hoteles (9,8%).
Además, durante julio “se destacaron los incrementos de cigarrillos, en la división Bebidas alcohólicas y tabaco (6,4%); de los servicios de agua y electricidad en algunas regiones del país, que impactaron en Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (4,6%); de la cuota de la medicina prepaga en la división Salud (6,8%); de los servicios de telefonía y de conexión a internet, en Comunicación (5,5%); y de los servicios educativos de todos los niveles, en Educación (6,1%)”, según explicó el informe del Indec.
El producto que más subió fue la cebolla que aumentó 57,9% en un mes ya que el kilo pasó de valer $108,35 a $171,06. Posteriormente se encuentra la lechuga con el 40,5% de suba (el kilo subió de $351,13 a $493,37).
También crecieron con fuerza el kilo de batata que ascendió el mes pasado a $136,21 desde los $99,78 lo que representa un incremento del 36,5%, el kilo de azúcar creció 30,5% (desde $133,11 a $173,68), y el kilo de banana que subió 17,4% y pasó de $188,45 a $221,22.

La inflación de la Argentina en julio fue la más alta de América Latina

La suba de precios del mes pasado en la Argentina se aceleró respecto de junio, al contrario de lo que ocurrió en el país gobernado por Maduro.
En el país gobernado por Nicolás Maduro, según una medición independiente, la suba de precios fue del 5,3% el mes pasado. En tanto, el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la Argentina informó un incremento del 7,4 por ciento para el mes pasado, del 46% desde enero y del 71% en un año.
En cambio, la suba de los precios del mes pasado en Venezuela se desaceleró 9,2 puntos porcentuales respecto a junio, detalló el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), un organismo independiente integrado por expertos económicos.
De esta manera la inflación acumulada en los primeros 7 meses del año fue del 62 %, mientras que la tasa interanual (julio 2021-julio 2022) se ubicó en el 139 %, según las cifras del OVF. Así, la tasa de inflación de julio, de acuerdo con la data del observatorio, es la cuarta más baja en lo que va del año.
El OVF enfatizó que los sectores que registraron los mayores incrementos el mes pasado fueron alimentos y bebidas no alcohólicas, con un 9,9 %; y bebidas alcohólicas y tabaco, con un aumento de un 9,4 %.
El Banco Central (BCV), la entidad oficial que debe informar los registros de la inflación, no ha publicado todavía los datos de julio ni de junio; el gobierno de Maduro ya ha tenido controversias con la comunidad internacional por la calidad y el ritmo de difusión de los datos de precios. Al respecto, el último número divulgado por el Banco Central de Venezuela correspondió a mayo, cuando el aumento de los precios de servicios y productos fue del 6,5 %, con lo que la inflación acumulada en los primeros cinco meses fue de 23,9 %, frente al 29,3% informado por el Indec en el mismo período.
Cabe destacar que Venezuela salió en diciembre pasado de una hiperinflación en la que entró en 2017 y que, por cuatro años, redujo el valor del bolívar, lo que llevó a que la sociedad adoptara de manera no oficial al dólar en un intento por preservar sus ingresos.

El panorama de la Argentina

En julio, luego de la Argentina se ubicó Chile con el 1,4% (13,1% en un año); Perú 1% (9,2%); Colombia 0,8% (10,2%); Uruguay 0,7% (9,2%); Paraguay 0,7% (11,1%); México 0,7% (8,1%); Bolivia 0,6% (2%) y Ecuador 0,2% (3,9%). En cambio, Brasil registró una deflación del 0,7% el mes pasado y una suba de precios del 10% en el último año.
El relevamiento de expectativas de mercado que recoge el Banco Central proyectó una suba de precios del 90% para 2022 en su último informe, frente al 76% que había estimado un mes antes. Algunas consultoras, como FIEL, prevén que la tasa se ubique en 112 por ciento en diciembre próximo.
El resultado de julio fue el índice mensual más alto del año luego del 6,7% registrado en marzo y también el mayor desde abril del 2002, cuando la suba fue del 10,4 por ciento tras la salida de la convertibilidad y en medio de los temores por una hiperinflación que finalmente no se produjo por la estabilización fiscal y monetaria.
Luego del el 5,3% informado por el Indec para junio, cuando ascendió a 64% para los últimos 12 meses, para los economistas del sector privado las chances del Gobierno de lograr el ajuste fiscal del 8% del gasto real en el segundo semestre del año -comprometido con el Fondo Monetario Internacional (FMI)-, reflejarán sus chances de contener las presiones al alza; el primer semestre, con una devaluación lenta del peso, medida por la variación del tipo de cambio oficial y sin suba de tarifas, ya fue muy complejo por el déficit fiscal superior al equivalente a 4% del PBI y la fuerte emisión monetaria.
En este sentido, el ministro de Economía Sergio Massa indicó en su primera conferencia de prensa que los datos de los próximos dos meses serán los más duros para el Gobierno, pero confió en que las medidas anunciadas para comenzar a reducir el déficit fiscal y cumplir con la meta del 2,5% del PBI acordada con el FMI permitirán reducir en forma gradual la desatada suba de los precios.

La perspectiva internacional

Hasta ahora, la Argentina ocupa este año el séptimo lugar en la inflación del 2022, luego del Líbano con 211%, Sudan 199%, Venezuela y Siria 139%, Zimbabue 131 y Turquía 78 por ciento. De este modo, superó la suba de precios de varios países africanos: Etiopia 34,5%, Angola 23,9%, Sierra Leona 17,3%, Nigeria 16,1% y Zambia 15,7 por ciento.
Entre los países del G7, Estados Unidos alcanzó un récord de 9,1% anual en junio –su nivel más alto desde 1981-, Gran Bretaña también 9,1%; Italia 8%; Alemania 7,6% Canadá 7,7%; Francia 5,8% y Japón 2,5%. En Asia, Sri Lanka, azotada por un severo conflicto socioeconómico y político, llegó al 45,3%.
 

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