Río Grande.- “Se cumplen dos años desde que entró a diálisis. Salió la posibilidad de que reciba un riñón y yo voy a dárselo. Soy la mamá y es como darle la vida por segunda vez”, dijo, considerando que este gesto “para mí es algo natural, porque es entregar una parte de mi cuerpo a mi hija para que tenga una calidad de vida mejor. Creo que es un deber que tenemos como madres. Ella está sufriendo muchísimo, yo sufro como mamá pero solamente ella sabe los dolores, las diálisis que son terribles, y que las necesita tres veces por semana para seguir viviendo. Es un proceso muy doloroso y, cuando salió la posibilidad de que reciba un riñón, no dudé ni lo pensé”.
Faltan pocos estudios para el tramo final, que podrá cambiarle la vida a esta joven mujer. “Ya me hice todos los estudios y el lunes –por hoy- hay turno para saber si somos compatibles”, dijo luego de emprender viaje el domingo a la ciudad de Buenos Aires.
Vanesa padece de lupus sistémico, “es una enfermedad antiinmune, que vino no se sabe cómo, pero tenemos dos casos en la familia”, concluyó.