Río Grande.- El juez de cámara Ernesto Löffler confirmó ayer a Radio Universidad que el ataque a su camioneta fue un atentado, tras la revisión de las filmaciones de las cámaras de seguridad instaladas en su propia vivienda.
La policía de la provincia, a través del Principal Rodríguez, había dado a conocer que existió una pelea dentro del “privado” que funciona al lado de la casa del juez, y que terminó “en la calle”. Incluso detalló que primero se arrojó una piedra contra la ventana del prostíbulo y luego la botella “con un acelerador”, que luego se supo que era alcohol, como parte de esa gresca de parroquianos, que accidentalmente habría terminado afectando la camioneta.
Nada más lejos de la realidad a la luz de los videos que ya están publicados en portales de Internet, tal el de FM Aire Libre, donde se observa a quien perpetra el atentado y luego se va caminando tranquilamente.
“Después del último atentado que tuvimos pusimos cámaras de video y pudimos filmar lo que ocurrió. Es muy claro, a la 1:39 aparece una persona caminando por la vereda izquierda de mi casa, en calle Piedrabuena, en dirección Perito Moreno-Barrio INTEVU”, dijo, lo que descarta que hubiera salido del “privado”.
“Mi camioneta estaba estacionada en la puerta de mi casa, se acercó a la caja con guantes de látex aparentemente, prende fuego un bidón y deja otra botella a un costado. Tenían mechas de algodón empapadas en alcohol. Prende una después de cinco intentos y, una vez que agarró, se va caminando tranquilamente, como si se tratara de un paseo de día domingo”, describió de lo que se aprecia en las imágenes.
“Al minuto, no sé si por alguna explosión, sale la gente de al lado, cuando el fuego estaba bastante avivado, inclusive cerca del tanque de nafta, que podría haber explotado en cualquier momento. Logran sacar una de las bombas molotov, la tiran al suelo para que se termine de consumir. A la otra la sacan sin que ardiera”, relató.
Para el juez “fue un milagro” que no llegara a mayores, porque “no le pasó nada a ningún ser humano” y se ve claramente cómo se arriesgan a sacar las botellas con alcohol, a riesgo de que explote un vehículo que carga más de cien litros de nafta en el tanque.

Un profesional pago

“Estoy preocupado por la impunidad con que se manejó esta gente”, dijo del autor del atentado, porque “fue muy profesional, se fue caminando”, de la misma forma que llegó, sin ningún nerviosismo aparente.
Löffler recordó que esto “ya pasó en su estudio jurídico, cuando se salvó su hermano con su familia”.
Durante la gestión de Colazo-Cóccaro intentaron incendiar el estudio, ubicado “en una casa de madera típica de Río Grande. Mi hermano vivía en la esquina y el estudio estaba al lado. Prendieron fuego el estudio pero también la casa de mi hermano. Un policía amigo que pasaba por la calle a la madrugada lo vio y rápidamente dio intervención. Se salvó el estudio y mi familia. En ese momento se manejaron con una impunidad alarmante, porque rociaron con nafta y prendieron fuego”, dijo, a diferencia de esta oportunidad en que se usó alcohol.
El juez destacó el uso de guantes y gorro, y “la tranquilidad, la seguridad y la parsimonia con que se maneja. Evidentemente a la persona que vino acá le han pagado y es un profesional por la manera de actuar. No creo que sea un novato”.

Video en la justicia

Löffler indicó que ya puso a disposición del juez de instrucción el video y fueron retiradas las copias por la policía, para poder investigar al autor.
“No creo que sea un hecho casual. No sé si será un amedrentamiento, una venganza. La verdad uno investiga más de 600 causas por año en la Cámara de Apelaciones y siempre una de las partes queda en disconformidad. No sé si lo puedo atribuir al trabajo u otro tipo de motivación. Hay infinidad de causas que pueden haber originado esto”, manifestó, agradeciendo que al momento del atentado no estaba en su casa como tampoco ningún miembro de su familia.
Incluso observó que en su familia hay “tres abogados y dos contadores” y “por ahí la gente no nos individualiza tanto, y nos confunde”, en especial al juez con su hermano legislador, que son los de mayor exposición pública.

Versión policial

Lo que sí descartó de plano fue la primera versión que dio la policía, a través del principal Rodríguez, y de inmediato difundieron varios medios de comunicación, al vinculárselo con una gresca en un prostíbulo.
“La persona no salió de al lado de mi casa. Allí se instaló un privado y hace aproximadamente un mes tomé contacto con el fiscal Rapoport, quien me dijo que se estaba investigando de oficio si hay delito de trata. Me contacté con la jueza federal también, sé que el juzgado está trabajando. También llevé a conocimiento, como corresponde a un funcionario público, al juez de instrucción de turno. El juez también me dijo que había recibido una denuncia y se estaba investigando esta cuestión”, señaló sobre este prostíbulo que, pese a la prohibición, sigue funcionando al lado de la casa de un juez y frente a una escuela.
“La persona que se ve en el video no sale del privado. Viene de otro lugar y trae una botella de alcohol. Va directamente al automóvil y después sigue caminando por Piedrabuena, no entra al privado”, reiteró, con las imágenes de apoyo como prueba.
Respecto del prostíbulo, marcó la impunidad con que se manejan. “Como funcionario público y como ciudadano estoy en contra y soy de la idea de tolerancia cero en materia de trata y explotación sexual. Tengo obligación de poner en conocimiento esta circunstancia y así lo hice: concurrí a la justicia, en los dos ámbitos que tienen que investigar el tema”, subrayó, sin novedades de allanamiento hasta ahora.
Confirmó que su casa está “frente a un colegio y están terminando de construir un jardín en diagonal; a la vuelta hay otro colegio más. Estoy rodeado de colegios”, dijo, mientras los colegios están rodeados de prostíbulos también.

Inmobiliaria responsable

El juez fue consultado sobre la posición de la inmobiliaria que alquila esa vivienda y también del propietario, dado que por la ley vigente son cómplices si hay delito de trata y explotación sexual.
Los encargados de recolectar la basura dan cuenta de todo lo que encuentran en ese prostíbulo privado cuando realizan su tarea, lo que pone de manifiesto qué está ocurriendo dentro. “Yo hablé directamente con la inmobiliaria y con la hija de la dueña, porque la dueña está en Río Gallegos hace tiempo. Los puse en conocimiento de esto y dicen que la persona que alquila niega terminantemente que haya un privado”, expresó, reconociendo que, tal como sostiene el fiscal Rapoport, es cómplice quien alquila un inmueble para explotación sexual.
Mencionó que el intendente Melella se puso en contacto “para ponerse a disposición y extender su solidaridad. Le dije que tenemos que ponernos a trabajar en conjunto para buscar un mecanismo”, a partir de la proliferación de prostíbulos privados.
“Se cerraron los locales y estoy a favor de la tolerancia cero. Pero la consecuencia negativa me parece que fue la aparición de estos privados, que no están regulados y donde no se puede ingresar. Entre todas las fuerzas vivas habrá que buscar una solución general, sentar a todos en una mesa de diálogo y buscar una salida. No quiero esto para mis hijos y para mis nietos. No quiero una sociedad así”, expresó ante la proliferación de estos lugares.
“Hay que trabajar en soluciones generales, en algo que prohíba y permita el control también. Hay adelantos tecnológicos impresionantes y podemos detectar de una manera más rápida dónde están funcionando estos lugares”, aseguró.

Los siguientes pasos

Aun siendo juez, Löffler deberá esperar la instrucción de la causa. “Me acabo de comunicar con el juez Ochoa y están trabajando, se entregó una copia de lo que se filmó a la policía para ver qué se puede averiguar, porque hay algunas pistas”, indicó.
Si bien conoce cómo podría encararse un procedimiento, dijo que “no quiere entorpecer lo que va a hacer el juzgado, pero en el video van a ver que no se trata de un hecho vinculado con la casa de al lado sino que surge claramente que es un atentado. La persona vino preparada y nadie va por ahí encapuchado y con guantes de látex con una bomba molotov”, planteó.
Asimismo, descartó que pueda ser una represalia de los que regentean el prostíbulo porque “la justicia estaba trabajando en una etapa de preinvestigación y teóricamente la gente de al lado no tendría por qué tener conocimiento”.
Reiteró que su camioneta “carga unos cien litros de nafta” y de milagro el fuego no llegó al tanque, ni afectó a los vecinos que se atrevieron a subirse a la caja para sacar las botellas con alcohol.
Finalmente, aclaró algunas declaraciones que fueron tergiversadas, por las que se vincula el atentado con alguna causa en contra de la gobernadora Ríos. “Tengo una causa pero que ya voté; no voy a adelantar opinión pero la gobernadora demandó a un abogado del foro. Hay muchas causas, de empresarios que les ha tocado perder. Yo puse como ejemplo que tengo causas donde está involucrada la gobernadora, entes públicos, como cualquier juez. No lo hice haciendo responsable a la gobernadora u otra gente. Por ahí alguien lo interpretó mal, pero de ninguna manera se puede inferir por lo que dije que pudo ser la gobernadora”, concluyó Löffler.