Río Grande.- La docente de nivel inicial Marcela Gómez relató ayer por Radio Universidad la situación que deben padecer todos los docentes que se trasladan desde esta ciudad a Tolhuin a diario, para dar clases, por la deficiencia del transporte.
En su caso, tiene a cargo la sala de 5 años del jardín 23 en el turno mañana, y la sala de 4 en el turno tarde.
El establecimiento se inauguró como “el primer jardín de Tierra del Fuego con sala maternal de 2 años”, pero quedó en el título. Este año por la demanda de niños de 4 y 5 años, que tienen prioridad, quedaron afuera 30 inscriptos en sala de dos.
“Los maestros venimos de Río Grande a Tolhuin por una elección, que hacemos desde el corazón, y debemos viajar como podemos de lunes a viernes, en transportes que no reúnen los requisitos”, dijo, dado que el plus es casi simbólico, con una diferencia de mil pesos actualmente.
Recordó que el año pasado la policía detuvo a uno de los transportes, y verificó que “le faltaban un montón de papeles, entre ellos el seguro. Este año no está funcionando ese transporte, tengo entendido que por falta de pago del Ministerio de Educación, según dijo la supervisora de nivel inicial”.
El cambio no mejoró las cosas: “Actualmente tenemos dos combis privadas que nos llevan, contratadas por el estado. Nosotros debemos presentarnos de lunes a viernes a las 6 de la mañana en punto, porque el colectivo sale desde el Ministerio de Educación. Tenemos que estar seis menos cuarto para firmar las planillas del ministerio y del registro de policía. Los lunes, miércoles y viernes viajamos 25 maestros de jardín 13, jardín 23, escuela 5 y colegio secundario Trejo Noel”, detalló del plantel de docentes que realiza su mismo recorrido.
“En el colectivo viajan además directivos y la gente de gabinete”, agregó.
En su caso, debe ingresar a las 8:30 al jardín pero viaja antes porque lo hace junto con docentes de primaria y secundaria que ingresan 7:30.
“Pero lo hacemos con gusto. Yo elegí estar en Tolhuin y vuelvo a elegir la comunidad educativa de Tolhuin”, reiteró.
El regreso es a las 18 horas. “La jornada termina 17:15 para nivel inicial pero la primaria tarda un poco más, y estamos llegando 19:30 a Río Grande. En varias ocasiones hemos regresado a dedo, y he llegado a casa a las 21:30 en camión”, subrayó, por falencias en las combis.

Resignados

Contó que el año pasado se cruzaba con sus compañeros en la ruta y “me asombraba la falta de enojo de estos maestros y la resignación que tenían. Es una falta de respeto total, porque si no vienen a buscarnos, tenemos tiempo hasta las 19 para tomar el colectivo de línea. Si no, tenemos que esperar a las 20:00 y ver si hay lugar, porque ya viene con pasaje de Ushuaia”, indicó.
“Es una falta de respeto y no me parece justo”, planteó la docente.
Los martes se complica más porque “viajan entre 30 y 40 docentes”, y esta vez “el ministerio designó solamente una combi”, lo mismo ocurrió ayer miércoles.
“Habíamos 18 personas arriba de la combi, y quedaron entre 10 y 15 en la vereda del ministerio, a las 6 de la mañana. Los directivos ayer dijeron que no iban a dejar a sus maestros varados, y los vi muy angustiados y enojados. Es un conjunto de emociones que sentimos todos, pero se hizo un acta y no se viajó”.

Sin clases…ni cloacas

Así las cosas, por el incumplimiento del ministerio, no hubo maestros para dar clases y esto le pesa a la docente. “Es un tema porque yo tengo que dar la cara al jardín, a mis estudiantes y a mis papás”, dijo, con profundo sentido de pertenencia a la comunidad.
Pero no es el único problema. El jardín donde trabaja actualmente “está rodeado de aguas servidas porque en esa zona no hay cloacas y a veces está todo inundado. Muchas veces no abrimos las ventanas e incluso dentro del jardín hay olor a materia fecal y a podrido. Todo eso mezclado, por una cuestión de sentido común, no es nada bueno para los chicos. Estamos esperando una limpieza general desde el año pasado”, afirmó.
Los reclamos se vienen haciendo “por la vía que corresponde, se llevan notas al Ministerio, pero no hay respuesta”, dijo la docente.
Reiteró su elección de vida y la expectativa que se frustra para los chicos: “Yo lo vuelvo a elegir todos los años, porque los chicos nos esperan. Acá no hay maestros. Hacemos escuelas pero no las equipamos y hay que hacer ferias americanas para poder comprar un mueble”, aseveró.
“Se hacen escuelas en un lugar donde no hay cloacas y no nos proveen ni de la lavandina que corresponde”, sostuvo.

Pedido a la ministra

Marcela Gómez es docente hace 25 años y quiso públicamente dirigirse a la Ministro Molina: “La invito a la señora ministra a que cambie de anteojos y se acerque a nuestra institución. No quiero pasar por sobre mis directivos, pero la invito a que se acerque y que pise donde pisan nuestros niños”, manifestó, tras ver a los menores chapoteando en aguas servidas.
Hasta ayer a última hora no sabían si iban a ir a buscarlos, ni si se va a normalizar para hoy esta situación. “En las combis viajamos como ganado, los caballeros que trabajan en las combis son muy respetuosos y no tengo nada para decir, pero hoy un profesor trajo una pinza para poder inclinar un poco para atrás los asientos y estar un poco más cómodos. Algunos no tienen cinturón de seguridad y somos personas grandes. No es saludable viajar así, a veces no hay calefacción y nos tapamos con una frazada. Es una elección, pero no es justo. Más que una queja, es un pedido desesperado para que miren nuestra situación”, concluyó.