Río Grande.- El actual director de instituciones es el Dr. Luis Ruiz, según había informado la semana pasada la ministra Marisa Montero, al preguntársele sobre el responsable de supervisar la situación de los hogares de menores.
Pero su nombramiento fue reciente: hasta marzo de este año ese cargo lo ocupaba Soledad Moreno López, quien había tomado licencia tres meses atrás, luego de disponer el cierre de tres de los cuatro hogares que dependen de Desarrollo Social, por falta de seguridad para los menores y personal que trabaja en ellos.
La decisión le costó el puesto, y así lo relató ayer a FM Aire Libre: “En el año 2013 estuve como directora de instituciones, con lo cual mi responsabilidad era organizar y estaba a cargo de los hogares de menores. En ese momento funcionaban cuatro instituciones: el Hogar de Madres en calle Alem 160, que se cerró por refacciones y falta de seguridad; el de Aeroposta, que se cerró por falta de seguridad; el Pequeño hogar, que también se cerró por falta de seguridad y era el más complicado porque no tenía los matafuegos en condiciones, las puertas de seguridad estaban selladas con candados y con muebles apoyados. Quedó funcionando la residencia estudiantil del barrio CAP”, dijo, donde la ministra Montero había unificado a los hijos de trabajadores rurales que se alojan en la semana para ir a la escuela, con los menores judicializados con serios problemas de conducta, en algunos casos.

Todo por escrito

La ex directora, frente a las declaraciones de funcionarios que niegan haber recibido denuncias, expuso que esta situación “fue notificada al Ministerio mediante nota, y al Poder Judicial a través del Juzgado de Familia Nº 1 y Nº 2, que estaban a cargo de los menores”.
Las notificaciones sobre la situación irregular comenzaron “en junio o julio de 2013 y no teníamos respuesta. Una de las atribuciones del cargo de directora era poder cerrar el hogar, a pesar de que desde el Ministerio nos plantearon que esto no era efectivo por la falta de lugar para albergar los niños”, dijo, pero destacó que en ese momento contó con el respaldo de su superior.
“Nosotros decidimos que se cerrara igual, en concordancia con el subsecretario de Familia en su momento, que apoyó la iniciativa porque había observado la falta de seguridad sobre todo”, señaló.
“Esto se cerró en octubre de 2013, yo me retiro por licencia médica en diciembre de 2013 y me reintegro en marzo de 2014. Cuando me reintegro, me pidieron la baja del cargo y el hogar había sido reabierto en febrero de 2014”, señaló, aparentemente en las mismas condiciones, porque los bomberos hablaron de matafuegos vencidos, y los vecinos que asistieron a los chicos debieron barretear las puertas de emergencia, porque estaban bloqueadas.

Un desenlace anunciado

La ex directora dijo que no la tomó de sorpresa el incendio del jueves. “No, porque era anunciado. Sabíamos que iba a pasar, por algo se había cerrado el hogar y se habían pedido las refacciones”, explicó.
En todo el tiempo que duró su gestión no logró ser recibida por la ministra Montero: “No, con ella nuca tuve acceso. Al máximo cargo que podía acceder era al Subsecretario de Familia, que estaba al tanto de la situación y había apoyado el cierre de los hogares”, reiteró, como también que “todo está por escrito, por nota y con número de recibido, al Ministerio de Desarrollo Social. No eran advertencias sino denuncias de las falencias que había y los riesgos que corríamos todos, porque yo también estaba dentro del lugar”, subrayó.
Lo único que recibió fueron promesas, que no se cumplieron, por lo cual cada semana reiteraba las denuncias: “Decían que se iba a arreglar pero que no había presupuesto, y en concreto no había nada”, lamentó.
Los hogares durante su gestión albergaban “aproximadamente entre cinco y diez por hogar, dependiendo de la edad”, y en el caso del edificio incendiado recordó que cuando estaba en el cargo los matafuegos “no estaban en condiciones, y si no tienen presión no son utilizables. Estaban vencidos, por lo tanto no se hubieran podido usar. De hecho tuvieron que barretear las rejas para poder sacar a los menores”, mencionó en base a los relatos de los que asistieron a menores y adultos atrapados.
La ex funcionaria apuntó que además de sus denuncias, hubo otras de parte de los empleados, que “también lo hicieron por escrito, y son notas que se elevaron al Ministerio de Desarrollo Social”.