Río Grande.- Luego de haberse sometido a unas intervenciones quirúrgicas y en plena recuperación, el ingeniero Jorge Garramuño, uno de los mejor posicionados en las encuestas de las semanas previas a su declinación como candidato a gobernador, espera volver pronto a la provincia.
En especial está decidido a “volver a la política. Uno lo siente, lo vive, lo disfruta y lo padece. Sería hipócrita negar que muchos me dicen por qué no te dedicas a vivir y para mí la vida es esto: la vida de uno tiene que ver con lo que uno eligió”, dijo.
Su deseo de volver lo antes posible es “para ser una voz más, de crítica o de apoyo en función de las cosas que se hagan en función de la experiencia que uno tiene y lo que uno ve”, señaló por FM Del Sol.
Consideró correcta su decisión de bajarse de la campaña para atender su salud, más todavía después de las operaciones que ratificaron esa necesidad. Con “altísimas posibilidades de vida” en su lucha privada como paciente oncológico, las perspectivas son amplias: “Si hubiese esperado dos meses más y haberme operado después de las elecciones, hubiera jugado con fuego. Podía haberse desparramado el tumor en el cuerpo. Sería estúpido negar que uno en lo que primero piensa es en su familia. Uno va sopesando todo esto. Ha tenido mucha importancia la opinión de amigos y compañeros, como Ariel Pagella, Pablo Blanco, Gabriel Clementino, un montón de gente del radicalismo que me dijo ‘pensá en vos’ cuando les comenté lo que pasaba”, manifestó, y expresó que “valora muchísimo” estas actitudes vistas a través del tiempo.
“Me consta que para ellos estaba totalmente resuelto el problema de la candidatura. Pero también en la gente de mi partido me dijeron que pensara en mí. Son cuestiones donde a uno mismo le cuesta ser claro en su forma de analizarlo y este tipo de opiniones ayuda mucho”, destacó.

Una campaña mediocre

Por otra parte opinó sobre la marcha de la campaña en la provincia, cuyas alternativas sigue a la distancia a través de los medios. “Me sigue preocupando en la política fueguina la falta de debate, de discusión y de proyectos que tienen que ver con las cosas importantes de Tierra del Fuego. No puedo leer lo que piensan los candidatos en salud, en educación, en seguridad, en desarrollo económico; porque todo tiene que ver con la chicana. Tiene que ver con que si yo estoy bien posicionado me callo y no emito opinión; y si estoy mal posicionado veo a quién le puedo pegar para ver si puedo subir. Seguimos con la misma mediocridad, que se traduce después en la realidad cotidiana que tiene Tierra del Fuego”, expresó.
Sostuvo que “alguna vez hace falta que el común del ciudadano de Tierra del Fuego pueda ver sentados, pero en serio, a Rosana Bertone, Fabiana Ríos, a Milín Fernández, a Ariel Pagella y cada uno de los candidatos; y que cada uno, en un marco de seriedad, opine qué va a hacer y se comprometa a hacerlo”.
Observó también que, a partir de esta conducta de la clase política, se ve luego “la desconfianza y el descreimiento que tiene el ciudadano hacia toda la dirigencia. Alguna vez sería bueno escuchar realmente y con seriedad qué se va a hacer”, reiteró.

El regreso

Con respecto a su vuelta a la provincia, estimó que podría darse entre el 10 y el 15 de este mes. “Quiero estar lo antes posible, antes de las elecciones, más que nada para escuchar, para opinar, para ver. Me parece que es una fecha de una trascendencia enorme para el futuro de la provincia y no me gustaría estar leyéndolo por los medios desde otro lugar. Quiero estar presente y poder estar viviéndolo”, enfatizó.
Además, consultado sobre la posibilidad de respaldo a alguno de los candidatos, respondió que “en esta situación con quien tengo la mayor afinidad es con Ariel Pagella y con Paulino (Rossi), que es la gente con la que estuvimos trabajando en la definición de un programa. Me gustaría más que sumarme a la campaña, poder estar presente y vivir el momento que para mí es de suma importancia”, concluyó.